Seguramente hayas escuchado que tu nevera está presentando problemas con el sistema de descongelación y ves síntomas como acumulación de hielo en el congelador, escarcha o charcos de agua en el piso. Este sistema es fundamental para el funcionamiento de tu nevera, y te explicamos por qué puede fallar.
Las neveras modernas tienen un ciclo automático que evita la formación excesiva de escarcha. El proceso involucra tres partes principalmente: el temporizador (o una tarjeta electrónica en modelos recientes), una resistencia y un termostato de descongelación.
El temporizador detiene el compresor cada 6, 8 o 10 horas, según el modelo del timer o la programación de la tarjeta. Una vez detenido, la resistencia se activa y calienta el evaporador para derretir el hielo acumulado. El agua descongelada baja por el drenaje hasta una bandeja en la parte inferior trasera, donde se evapora con el calor del motor compresor.
El termostato de descongelación vigila que la temperatura no suba demasiado durante este ciclo. Cuando alcanza unos 10°C, corta la corriente a la resistencia para proteger el sistema. Luego, todo vuelve a enfriarse y el compresor arranca nuevamente.

Existen fallas claras que indican un problema en el sistema de descongelación y otras que requieren pruebas más profundas para evidenciar los problemas en este sistema:
Somos un Centro de servicio especializado en neveras y siempre aconsejamos que, cuando tu nevera presenta alguna de estas fallas, realices una revisión. Primero, desenchufa el refrigerador por 24 horas con las puertas abiertas. Si, después de volverlo a conectar, funciona normal por unos días, probablemente el problema está en el sistema de descongelación y no en el sellado de las puertas.
También puedes localizar el temporizador (generalmente está detrás del refrigerador o debajo, cerca del compresor) y girarlo manualmente con un destornillador plano. Deberías escuchar un clic. Si el compresor se apaga inmediatamente, el temporizador responde. Si nada cambia, podría estar defectuoso.
Recuerda que la manipulación errónea de cualquiera de estos componentes puede empeorar el problema o dañar otras partes. Además, se requieren herramientas especializadas para su revisión, como un multímetro.
Depende de varios factores. Una nevera con menos de 7 años generalmente justifica la reparación. Las piezas del sistema de descongelación no son extremadamente caras.
Si tu refrigerador tiene más de 12 años y presenta otras fallas (compresor ruidoso, sellos gastados, puertas desniveladas), tal vez sea momento de considerar un reemplazo. Los modelos actuales consumen menos energía y esa diferencia recupera parte de la inversión en unos años.
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Mantener limpio el drenaje ayuda a prevenir problemas. Una vez al año, vierte agua tibia con un poco de bicarbonato por el drenaje que se encuentra en la parte inferior del congelador para eliminar acumulaciones. En algunos modelos se requiere abrir la tapa del fondo.


