¿Por qué es importante cambiar el filtro de tu nevera?
Muchas personas no le prestan atención al filtro de agua de su nevera hasta que el agua empieza a saber raro, el hielo sale de color café o amarillo o sencillamente no dispensa agua o hielos. Esta parte en su nevecon es una repuesto consumible lo que quiere decir que tiene un tiempo de vida útil y debe ser remplazado con regularidad.
La importancia real del filtro
El agua que llega a nuestros hogares u oficinas llegan tratadas por el acueducto local, eso es cierto. Sin embargo, en su camino por las tuberías puede recoger sedimentos, cloro, partículas de óxido y hasta ciertos contaminantes que no son eliminados completamente en las plantas de tratamiento o se recogen en la tuberías camino a casa. El filtro de la nevera actúa como una última protección para que su agua este microfiltrada.
Con el tiempo y uso, el filtro se va saturando. Imagínalo como un colador que acumula cada vez más residuos: llega un momento en que ya no puede hacer bien su trabajo. Algunos filtros aguantan hasta seis meses, otros apenas tres, depende del modelo y de cuánta agua consumas diariamente.
Filtros externos vs. filtros internos
Existen dos tipos de filtro para su nevera dependiendo el modelo y la marca:
- Los filtros internos son los más comunes hoy en día. Están ubicados dentro del compartimento del refrigerador, generalmente en la esquina superior derecha o en la parte trasera del cajón de verduras. Son prácticos porque no ocupan espacio extra en tu cocina y el cambio es bastante fácil: solo giras, jalas y listo. Marcas como Samsung, LG o Whirlpool suelen usar este sistema.
- Los filtros externos, por otro lado, se instalan en la parte de atrás o debajo de la nevera, conectados directamente a la línea de agua. Son menos visibles, Al no ser visibles muchas veces te olvidas de este y no se remplaza. Su capacidad suele ser mayor, pero el proceso de cambio requiere cerrar la llave de agua, desconectar mangueras, cortar la manguera y ajustar de una manera correcta para evitar fugas.
¿Qué pasa si no lo cambias a tiempo?
Aquí es donde deberías prestar mucha atención. Un filtro no remplazo por mas de una año no solo deja de purificar el agua, puede convertirse en un un foco de bacterias. Todo lo que atrapó durante meses queda ahí, creando un ambiente perfecto para que crezcan microorganismos.
Además, un filtro obstruido reduce la presión del agua. Notarás que el dispensador tarda más en llenar tu vaso o que la máquina de hielos produce menos cubitos. La nevera tiene que trabajar más, lo que aumenta el consumo energía eléctrica.
Como cambiar mi filtro de agua
No es complicado, pero hay que hacerlo bien:
- Primero, compra el filtro correcto para tu modelo específico. No todos son compatibles entre sí, aunque se vean parecidos. Revisa el manual o la etiqueta que está pegada dentro de la nevera con el número de modelo.
- Para los filtros internos, localiza dónde está ubicado. La mayoría tiene un botón de liberación o simplemente giras un cuarto de vuelta en sentido contrario a las agujas del reloj. Ten a mano una toalla porque siempre gotea un poco de agua cuando lo sacas.
- Saca el filtro viejo y mete el nuevo. Vas a sentir un "click" cuando encaje bien. Después viene algo que muchos se saltan: dejar correr el agua por varios minutos. Esto elimina el aire atrapado y las partículas de carbón activado que pueden haberse soltado durante el empaque. Cuando recoges esta agua la vas a notar un poco manchada de negro.
- Con los filtros externos el procedimiento es parecido, pero necesitas cerrar la válvula de agua antes de tocar nada. Desconecta las mangueras con cuidado (aunque es mejor cortar ya que la mayoría de filtros externos modernos son de acople rápido), retira el filtro viejo del soporte o corta las amarraderas plásticas, instala el nuevo y vuelve a conectar todo (como truco es mejor cortar la manguera en sesgo). Abre la llave y revisa que no haya fugas. Realiza el proceso de purgar el sistema dejando fluir como mínimo 2 litros de agua.
Cada cuánto hacerlo
La recomendación general es cada seis meses, pero eso es solo una guía. Si tu familia es grande y consumen mucha agua filtrada, tal vez necesites hacerlo cada cuatro meses. También depende la zona donde te encuentres no todos los acueductos son iguales y existen muchos que la cantidad de sedimentos y suciedad es mayor que otros. Algunas neveras modernas tienen un indicador luminoso que te avisa cuando toca el cambio.
En Colombia muchas familias lo dejan para diciembre como una rutina.
¿Vale la pena el gasto?
Los filtros originales no son baratos, eso hay que admitirlo. Pueden costar entre un 40% mas dependiendo de la marca. Existen opciones genéricas certificadas que cuestan menos, pero investiga bien que cumplan con los estándares NSF/ANSI 42 y 53 y la procedencia.
Es mas barato microfiltrar el agua en tu nevera, que comprar agua embotellada y siempre la vas a tener a la mano.
En internet hay muchos tutoriales de como remplazar los filtros de tu nevera según la marca y el modelo.
